El rascado es un comportamiento normal en perros y gatos, pero cuando se vuelve excesivo puede ser una señal de que algo no anda bien. Muchos dueños se preguntan: “¿por qué mi mascota se rasca mucho?”. En este artículo te contamos las causas más comunes y qué soluciones puedes aplicar para mejorar el bienestar de tu peludo.
Causas comunes del rascado en perros y gatos
1. Pulgas y parásitos externos
Son la causa más frecuente. Una sola picadura puede generar una reacción alérgica intensa en la piel.
2. Alergias ambientales o alimentarias
El polen, el polvo, ciertos alimentos o incluso productos de limpieza pueden provocar irritación en la piel.
3. Piel seca o dermatitis
Los cambios de clima, el exceso de baños o productos inadecuados resecan la piel y causan picazón.
4. Infecciones por hongos o bacterias
La humedad favorece la aparición de hongos y bacterias que generan picazón y mal olor en la piel.
5. Estrés o aburrimiento
El rascado también puede ser una conducta repetitiva en mascotas ansiosas o que pasan mucho tiempo solas.

Cómo identificar si el rascado es un problema
Presta atención a estas señales:
- Rascado constante en una misma zona.
- Pérdida de pelo o enrojecimiento de la piel.
- Heridas o costras por exceso de rascado.
- Lamido repetitivo de patas o cuerpo.
Si tu mascota presenta estos síntomas, lo mejor es acudir al veterinario para un diagnóstico preciso.
Soluciones prácticas en casa
- Revisa y controla la presencia de pulgas o garrapatas.
- Mantén una buena higiene con productos adecuados para mascotas.
- Cepilla su pelaje con frecuencia para eliminar suciedad y alérgenos.
- Proporciónale una dieta balanceada que fortalezca piel y pelo.
- Evita el exceso de baños y utiliza agua tibia en lugar de caliente.

Cuándo acudir al veterinario
Si el rascado no mejora con cuidados básicos o se agrava, es fundamental consultar a un especialista. Un veterinario podrá realizar pruebas de alergia, descartar parásitos internos o externos y recomendar el tratamiento más adecuado.
Conclusión
Cuando tu mascota se rasca mucho, no siempre se trata de un simple comportamiento natural: puede ser una señal de alergias, parásitos, infecciones o incluso estrés. Detectar la causa a tiempo y aplicar las soluciones correctas es clave para mantener a tu perro o gato feliz, sano y sin molestias.
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